Teatro – AGOST
El viernes fui al teatro, concretamente al TNC, a ver AGOST.
Primero comentar que nunca había estado en el TNC y tenía muchas ganas, suelo pasar bastante por delante y solo el edificio ya es precioso, elegante, dan ganas de entrar y finalmente fuí.
El año pasado me había quedado con ganas de ir a ver esta obra de teatro, tuvo un éxito increible, enseguida se agotaron las entradas pero al saber que la volvían a poner esta temporada cogí las entradas 8 meses antes para no quedarme sin. Estuve en la fila 9 y se veía muy bien.
El teatro precioso, el sonido estupendo, las butacas cómodas, por sacar una pega diré que las filas están demasiado juntas, es la única crítica.
La obra, estupenda, el reparto de actores de primerísma fila, desde el primero hasta el último, el escenario una maravilla, jamás había visto un decorado tan impresionante, con todos los detalles.
La obra dura 4 horas, con dos entreactos, el primero de unos 25 minutos y el segundo de 15 minutos, no se hace nada pesada.
La obra trata de la desaparición del marido de la protagonista, matrimonio de unos 70 años, el marido desaparece una noche y la madre enferma, avisa a las hijas de la situción, son tres hijas q viven en otros destinos, ellas acuden al domicilio familiar, una es soltera y vive en la misma localidad, otra está casada en proceso de separación y la otra está prometida; allí en la casa familiar se suceden una serie de historias con las vidas de las hijas que salen a relucir, enfrentamientos entre los personajes, discrepancias etc…..historias que pasan en todas las casas, infidelidades, envidias….. El marido desaparecido aparece muerto y tal como han ido llegando los personajes a la casa familiar, al final de la obra van marchando.
A destacar el personaje de una de las hijas que es Emma Vilarasau que hace un papelón.
Estando allí, viendo las 4 horas de obra de teatro, que representan durante 2 meses y medio, cada día de la semana, menos uno que descansan, piensas que hay que tener mucha vocación para ser actor de teatro, porque cada día la misma obra, entregando el cien por cien de ti, en cada representación, supone un desgaste físico importante; te tiene que gustar mucho lo que haces.
Diría que la mejor obra de teatro que he visto.
